El paisaje se construye desde adentro.

Aline Petterson

miércoles, 5 de septiembre de 2012

Escollo


Hoy fue un día de practicar el estoicismo...lo cual me viene a recordar un poema de Roxana Arrazola -bendita seas por tus versos-:

Escollo

¿Difícil en el Océano fingir la ola?
Estoica precipitarse a la quilla.
Como una esquirla verterse de
Espuma en la popa lustrosa del navío
¿Sortear escamas con halagos?
Agitando entre salmones la conciencia
Y olvidar acaso aquella parte diminuta
De pudor sobre las algas verdiazules
O embeber al mismo tiempo
De esta boca a cuello de botella
[Que ya flota hacia la sed del navegante]
Los labios todos
Entonces ¡ah! entonces…
¿A qué quedarse estática en el muelle?
Puedo fingir la ola; Cariño
Y quebrarme en el mar
Diez mil bateles por segundo:
Estoicamente.


lunes, 3 de septiembre de 2012

Ese abismo llamado hogar



Cuando lo superficial me cansa, me cansa tanto, que para descansar necesito un abismo. 
Antonio Porcha

Me gusta el olor a miel de los cedros antes de la lluvia, anuncia el verano. Aunque lo veranos me gustan menos que el otoño, esa estación de la cual me resisto a salir y que año con año espero con ansía su llegada. Pronto será otoño.

En el sitio donde vivo, las estaciones están diluidas, pasan casi imperceptibles. Un día amanece y ya es otoño, la luz del sol se vuelve tibia y se siente el aroma de la melancolía impregnando cada calle y cada esquina de esta ciudad. Son los meses en los que me siento más enamorada de mi ciudad. Y me aferro a ellos. Tanto que mi temperamento se acopla a eso días, entonces vuelvo a perder la mirada en el horizonte y a añorar lugares que no he visto, personas que no he amado, olores que no he sentido. Es esa sensación constante de ser extranjera en la tierra de mi nacimiento. Para muchos una pesadilla, para mi cada vez un reconocimiento de lo que soy, de quien soy. Es un defender la melancolía como esa dosis necesaria, para no perderse. Suena paradójico lo sé, porque es como andar entre los límites de locura, un día lloras y al otro estas sonriente, el nombre de moda “bipolaridad”. Pero la bipolaridad es un punto muy aparte.

Lo cierto es que, como todo, la melancolía tiene sus matices. En mi caso, es parte de una personalidad, una manera de ver al mundo y de ser parte de el. Recuerdo que mi madre solía cantarme  un cover en español de la versión en ingles de Neil Sedaka "Oh Carol", la cual es completamente diferente. Años después la recordábamos juntas y pensé ¿desde entonces ya sabía que esta chica sería melancólica hasta los huesos?. Busque la letra, la del cover en español. Sonrío, oh si, debo dejar de llorar. 

Soy melancólica y, a pesar de ello, suelo ser feliz.